Los problemas respiratorios son muy frecuentes, ya sea por alergias, infecciones, traumatismos, u obstrucciones de nacimiento, el tener una deficiencia en la respiración normal (nasal) terminará teniendo consecuencias en menor o mayor grado en la salud de la cavidad oral.
El tener obstruida la vía nasal provocará que la persona empiece a respirar por vía oral, lo que traerá consigo varios problemas dependiendo también de la edad. Por ejemplo, en niños la respiración oral provoca problemas estructurales (óseos) como un paladar estrecho y profundo, lo que a su vez puede causar mordida cruzada y apiñamiento.
Otra característica frecuente que encontramos en pacientes pediátricos con respiración oral (por vías respiratorias obstruidas) es la llamada Facies Adenoides, la cual consiste en una serie de caracterísicas faciales tales como: ojeras, boca abierta, labios y comisuras labiales resecos, mirada caída, fosas nasales pequeñas.
En adolescentes y adultos la respiración oral provoca caries, mal aliento, gingivitis, recurrencia en infecciones en la garganta, labios y comisuras labiales secas.
Por tal motivo, debemos de identificar que los problemas dentales tienen un origen real, o se ven influenciados por un problema respiratorio, partiendo de ahí, referir ya sea al alergólogo ó al otorrinolaringologo para su valoración, y tratar de forma integral el problema dental.
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