Los molares son pieza clave en la armonía y forma en la que se relacionan nuestros dientes, de manera que cuando llevamos un tratamiento de brackets deben estar incluidos en el tratamiento, pues de nada serviría mover y alinear solamente los dientes de enfrente si se mantiene una mala relación entre los molares de la parte de atrás.
Estas son los principales problemas que pueden ocurrir si no se colocan Brackets hasta el último molar:
- Mala oclusión (mordida): Los molares deben tener una adecuada relación con su antagonista, los dientes superiores tienen una forma que los hace "encajar" adecuadamente en los dientes inferiores, y de este modo cumplir bien su función de masticación, fonación e incluso la estética. Cuando no se colocan brackets en los molares (primeros y segundos) la probabilidad de una mala oclusión aumenta muchísimo, pudiendo desencadenar una serie de problemas que veremos más adelante cuando hablemos sobre el trastorno en la articulación temporomandibular, hasta afectaciones que terminan por desgastar nuestros dientes como con el Bruxismo.
- Molares rotados: Definitivamente si no colocamos brackets en los molares, éstos permanecerán en una mala posición, propiciando la desarmonía oclusal. Los molares rotados o girados hacen que sus cúspides corran gran peligro de ser desgastadas por la misma mordida y llegar a tener dientes planos completamente, lo cual desencadena sensibilidad, entre otros problemas.
- Mordida abierta: Los molares son los primeros dientes en entrar en contacto dentro de la "bisagra" bucal, lo que hace que cualquier problema que no se solucione afecte directamente a la parte frontal de la boca. De manera que si los molares se encuentran en una posición extruída (más salida de la encía) pudieran hacer que los dientes de enfrente no lleguen a tocar o coincidir. Esta razón es una muy importante para tomar en cuenta, y por la cual se necesita obligatoriamente poner brackets hasta los segundos molares. Aquí puedes leer cómo se tratan las mordidas abiertas en ortodoncia.
- Mordida cruzada posterior: Al igual que las anteriores razones, cuando tenemos mordida cruzada posterior los dientes se encuentran en una posición que no es favorable, ideal o la común, por lo que un modo de llevar a los molares hasta su posición es mediante la colocación de brackets. Si bien, algunas veces es necesario incluso la colocación de aparatos especiales que ejerzan fuerzas mayores para poder realizar los movimientos y corregir la mordida cruzada posterior, como un Hyrax o QuadHelix.
- Trastorno en la articulación temporomandibular: Cuando hablamos de un trastorno estamos involucrando varios problemas o situaciones que puedan afectar gravemente la estabilidad y función de nuestra boca. La boca es una "bisagra" que se encuentra articulada al cráneo por una articulación especial llamada Articulación Temporomandibular. Esta articulación realiza trabajos sometidos a muchas fuerzas musculares, por lo que de no mantenerse en estado óptimo puede desencadenar problemas que terminan por causar dolor y deterioro de todos sus componentes. Cuando no se colocan brackets hasta los segundos molares, corremos riesgo de afectar esta articulación debido a que pueden quedar interferencias que desorienten los movimientos adecuados de la mandíbula, y por ende, afecte a tan importante articulación.
Estas razones, además de que cuando pagas un tratamiento de ortodoncia estás pagando para que corrijan la oclusión de todos tus dientes, son más que suficientes para que en tu proxima consulta pidas a tu doctor que ponga atención a todos tus dientes.
Hay que aclarar que podrían existir algunas razones por las cuales no se puedan poner brackets en los segundos molares, pero ese es tema para otra nota que pronto escribiré, así que mantente atento al Blog!
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Autor:
Dr. Fernando Juárez Blanco
Cirujano Dentista, Especialista en Ortodoncia & Rehabilitación oral
Ced. Prof. 8565815, Ced. Esp. 12232448
Web: www.dentalife.mx
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